En Libra nos encontramos con un otro diferente a nosotros mismos, pero complementario. Por eso este signo valora los vínculos, pero sobre todo su atención está en la armonía, para que todo esté en equilibrio. Por supuesto al pararnos en el lado opuesto, la realidad es percibida a través de polos opuestos complementarios. Por lo que Libra siempre está vacilando entre dos opciones, porque siempre es capaz de ver más de un punto de vista.
Libra intenta ser equilibrado y es entonces cuando se plantea la primera
dificultad, porque busca un equilibrio permanente y estático, pero en el
movimiento pendular de este signo entre un polo y su opuesto, el equilibrio
posible es efímero. En este vaivén lo único que hace es perder continuamente el
equilibrio.
La
identidad libriana es como consecuencia oscilante y dependerá del movimiento de
sus vínculos, aunque su anhelo sea eternizar momentos de felicidad y armonía.
Suele tener cierta nostalgia por los buenos momentos del pasado.
Libra
es el signo de las relaciones, la belleza y la armonía, por lo tanto, el
portador de un Sol en libra es un ser encantador, suave, delicado, atento,
amable, seductor y formal. También vacilante, inseguro e indeciso. Su mirada
suele estar fuera de sí mismo, poniendo atención en las necesidades de los
demás, en el deseo del otro, relegando en general sus propias necesidades y sus
deseos. Su identidad termina definiéndose a partir de la presencia de otra
persona, por lo tanto, le cuesta mucho descubrirse a sí mismo. Podríamos pensar
que su eje se ha salido de su propio centro y lo ha colocado afuera. Todo gira en torno a otra persona, que por cierto se vuelve muy importante en
la vida de Libra.
¿A
quien no le agrada ser el destinatario de todas las atenciones de libra? Parece
que pudiera adivinar lo que deseamos, se acuerda de las cosas que nos gustan y
siempre nos dice lo que queremos escuchar. Es seductor, busca la forma de
atraer nuestra atención, conoce el arte de relacionarse con los demás en un
mundo de sutilezas, elegancia y ambientes refinados.
Nunca
cae mal, porque siempre nos da parte de la razón. Adopta siempre una actitud
imparcial, y tratará de conciliar cualquier contrariedad mientras no seamos
demasiados contundentes. Porque en ese caso libra se opondrá con todas sus fuerzas
y pese a que no es parte de su naturaleza se pondrá peleador. Si puede evitar
el conflicto lo hará.
Con
libra estamos ante el compañero o compañera ideal, tal vez un poco indefinido, no sabe muy
bien lo que le gusta, pero sabe lo que nos gusta a nosotros. Si no les
prestamos atención, o los tratamos mal, nos responderán del mismo modo. No es
un ser dependiente, pero ser complementario significa ser correspondido y
sentirse integrado y en armonía con los demás.
Los
extremos lo desestabiliza profundamente, y eso incluye tanto la pasión como la
violencia. Libra ama la suavidad, aprecia la belleza, sólo quiere paz y amor. Suele poner mucha atención en la estética y las formas.
Libra se siente a gusto con las emociones agradables, pero se lleva muy mal con las emociones más conflictivas. Es indudable que se expresa con mucha ternura, generando climas de placer para todos, en los que se posibilita la comprensión afectiva. Pero en este anhelo de armonía posiblemente no puede ser muy sincero con sus emociones, porque decir la verdad puede representar la posibilidad de tener que enfrentar un conflicto en sus vínculos, el cual será evitado recurriendo a toda su artillería de formas sociales. Nunca dirá algo que lo haga quedar mal, ni tomará partido por una sola posición. En todo caso buscará el momento más oportuno para que ambas partes puedan discutir el tema de conflicto sin riesgo de desacuerdo. En general siempre adoptará una actitud imparcial ante todo los temas, y tendremos la sensación de que no se juega por nada, muy condicionado por las formas sociales.
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