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Tauro

 

Este es el signo de la tierra, asociado a la materia. Por eso si hay algo que hará Tauro es plantarse con mucha firmeza en el suelo y si es posible echar unas profundas raíces que le permitan resistir las inclemencias de la vida y el tiempo. Desde este lugar fijo no hará más que crecer en este ir acumulando todo aquello que le garantice permanencia y bienestar.

Al estar en contacto con el mundo físico y real, Tauro es extremadamente consciente de las necesidades fundamentales de la vida y además las vinculará a una capacidad de experimentar placer. Por esta razón, siempre se hace tiempo para una pequeña siesta que lo ayude a recargar su energí, valora los alimentos que incorpora, el buen descanso nocturno, el ocio creativo, y el no creativo. Las malas lenguas dicen que es un tanto perezoso y necesita que alguien los empuje para moverse. Lo cierto es que puede ser tan fijo que posiblemente necesitemos refuerzos para correrlo del lugar en que se ha acomodado. Le encanta el confort. Si logra superar la inercia, entonces puede ser muy práctico y productivo, una persona que genera gran impacto en el mundo concreto. Tiene mucha potencia como resultado de tanta acumulación de energía. Siempre está seguro de lo que quiere y no le importa tener que esperar para alcanzar sus objetivos. Tiene mucha conciencia de los tiempos y los procesos, lo cual hace que además sea perseverante. Casi siempre está orientado a actividades que le garanticen seguridad material y que le permita el disfrute. Una vez que alcanzó la estabilidad no negociará con ninguna posibilidad de cambio. Se queda toda la vida en el mismo trabajo, con la misma gente, en la misma casa, al menos que las cosas cambien sin su intervención. En ese caso lo vivirá de forma traumática hasta que pueda comprender que un ciclo terminó en su vida y que eso es común que suceda.

No es muy adaptable y puede ser muy terco. Esto es porque no sólo no puede cambiar, sino que tampoco quiere hacerlo, y cuanto más le insistamos en que necesita innovar, más obstinado se pondrá. Lo natural es conservar y claramente los imprevistos lo descolocan. Si tiene que decidir se tomará su tiempo, y sepan que Tauro es de tiempos muy lentos, tiene que rumiar la idea o cualquier posibilidad de cambio. Es reflexivo y sensato. Va midiendo el impacto de lo que hace, es concreto, simple y práctico. Una vez que decide algo no cambiará de opinión. Se muestra seguro e implacable. La flexibilidad no es lo suyo.

Es apacible y tranquilo, anhela una vida confortable, llena de aromas, texturas y sabores, y sin contratiempos. Difícilmente se enoje, pero si algo despierta la furia taurina, la potencia de su enojo puede hacer temblar las paredes. El contacto con la naturaleza los calma.

El mayor aprendizaje para Tauro es aprender a aceptar a que la vida no es estática, que la energía no se condensa, sino fluye y cambia.

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