Virgo toma consciencia de que es un pequeño engranaje de una gran maquinaria y
que como tal cumple una función imprescindible para que ese sistema funcione
correctamente.
Con
esta consciencia de orden, Virgo siempre se pone al servicio de una
totalidad mayor resignando o postergando los deseos individuales, perdiendo
protagonismo y ganando humildad y capacidad de entrega.
Valora el detalle, porque es lo primero que registra con su
minuciosa mirada. Enseguida percibe lo que no encaja. Ama el orden por sobre
todo lo demás. Si cada cosa y cada persona está en su lugar, nada puede salir
mal.
Su
atención al detalle le da una cualidad crítica y un rasgo un tanto obsesivo.
Tiende a ordenarlo casi todo, desde adentro hacia afuera y viceversa. Suele establecer rutinas que no dejen margen para la improvisación y llena su vida
de rituales que siguen como si se tratara de una ceremonia religiosa. Busca ser prácticos a su manera, aunque de una manera
particular.
Virgo es racional y analítico, cree en lo que puede comprobar
empíricamente y en lo pueda entender desde la lógica. Todo lo demás resulta
incomprensible.
A
veces parece un poco rebuscado, pero en realidad se va desplegando de
a poco y de una forma un tanto laberíntica, siguiendo el hilo de secuencias
extremadamente detalladas.
Virgo
necesita tiempo para procesar, es precavido, cauteloso, paciente y metódico,
necesita encontrar el momento adecuado para hacer las cosas. Quiere hacer lo
correcto, y termina postergando o adaptándose a las circunstancias para no
incomodar a nadie, ni siquiera al destino. Desde este punto de vista aparece
una forma de control ante la más remota amenaza de caos. Aun cuando despliega
todos sus recursos defensivos, y parezca que nada escapa a su mirada, por algún
rincón polvoriento emergerá un imprevisto que desajustará toda su vida para que
aprenda a ser más flexible.
Virgo
nos puede ayudar a ordenar, a tirar lo que no sirve, a reciclar, a limpiar y a
entender. Nos puede enseñar a ser eficientes y cuidar mejor nuestra salud.
Con
respecto a la salud, pueden ser hipocondríacos o no serlo. La prevención es el
punto en cuestión, por eso todo debe ser pulcro, limpio y puro, libre de
gérmenes que los ataquen sin permiso. Está atento a lo que sucede en su
cuerpo tanto como a lo que sucede fuera de su cuerpo. Es como un
detector de fallas, si algo anda mal lo capta al instante, por
ello anda equipados con un botiquín de primeros auxilios ambulante, no sea
cosa que algo lo agarre desprevenido.
Siempre estará dispuesto a darnos una mano en lo que nos sea
necesario. Se siente feliz de poder ayudar, porque eso lo hace sentir útil,
aunque ello implique dejar de lado sus necesidades personales.
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